Cada año son 150 los nuevos casos de Parkinson que se diagnostican en el Hospital Torrecárdenas. Así lo confirma el neurólogo Jesús Olivares que ha participado en Almería en un sesión clínica dirigida a analizar las últimas terapias utilizadas en los casos de Parkinson avanzado. Son los recursos que se emplean con quienes no responden a las técnicas convencionales, dice.

Se trata de la estimulación cerebral profunda (cirugía) o la infusión subcutánea o duodenal de levodopa, que permite insuflar el tratamiento de forma continuada.

El Parkinson es una enfermedad neuronal degenerativa, la segunda más habitual después de la de Alzheimer y se prevé que alcance a cerca de 10 millones de personas en apenas unos años.

A día de hoy no se conoce su origen, reconoce el doctor Olivares, pero sí que existe una predisposición genética y ciertos factores medioambientales que la podrían propiciar.

Además para tratarla cuanto antes, existen lo que se conocen como "marcadores de riesgo". Síntomas que, juntos, podrían hacer pensar que la persona que los padece pudiera desarrollar el Parkinson. Estos son depresión, estreñimiento y trastorno del sueño en fase REM. Claro que no todos los que sufren alguno de estos problemas van a tener Parkinson, aclara este neurólogo, que sí recomienda acudir al especialista cuando además de síntomas, existen antecedentes familiares.

En Almería, son entre 1.500 y 2.000 los enfermos de Parkinson. Con Parkinson avanzado son menos de la mitad, es decir, entre 500 y 600, reconoce este neurólogo, que señala cómo la enfermedad es más habitual entre hombres que entre mujeres y que, por lo general, es una patología que afecta a ancianos. El 85% de quienes la padecen son mayores de 55 años y sólo un 15% es menor de 45 años.

En cualquier caso, mantener unos hábitos de vida saludables, con ejercicio físico continuado, son fundamentales para mantener la agilidad y frenar el deterioro.

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